Opinión: "Nuestra lotería son los emprendedores"

No soy un habitual de los juegos de azar, ni siquiera de aquellos en los que, por compromisos sociales y tradición, está uno casi obligado a participar. En nuestro entorno el paradigma de ese tipo de juego tiene un nombre: Lotería de Navidad, y resulta que en este último sorteo, por mi origen y pertenencia, he tenido la ocasión de ver los efectos y alegría que el "Gordo" de Navidad ha generado en mi municipio. Como no puede ser de otro modo, me he sentido participe de esta gran alegría colectiva que, a buen seguro, acarreará su correspondiente beneficio económico en el futuro.

Pero me gustaría poner el foco sobre otro tipo de noticias a mi juicio más importantes para la sociedad y la economía que las que de manera local puedan haber generado un ruido mediático puntual. Y es que, en mi opinión, la noticia de la semana pasada fue la incorporación del colectivo de los trabajadores autónomos a prestaciones, tan normalizadas para otros, como el desempleo y la formación. Deberíamos reflexionar sobre lo contradictorio que resulta el hecho de que los trabajadores autónomos, verdaderos emprendedores sobre los que está fundamentada nuestra economía empresarial, hayan sido los últimos en incorporarse a beneficios cuyo logro se alcanzó hace ya mucho tiempo en esta sociedad nuestra a cuyo bienestar ellos han contribuido de manera sustancial.

Con independencia de los detalles técnicos de la aplicación de la nueva normativa, lo destacable es que, como sociedad, consideremos necesario mejorar las prestaciones y situación económica de los emprendedores y autónomos. Personas que has asumido su propio liderazgo y han decidido desarrollar un proyecto empresarial, cualquiera que sea su tamaño. Y que, por supuesto, cuentan con el derecho de que su proyecto pueda no tener viabilidad. Y es en esta alternativa en la que hasta el momento, como sociedad, no hemos sabido responder. Son los propios emprendedores quienes tienen que continuar "buscándose la vida", con poca ayuda por nuestra parte. Cualquier apoyo en forma de prestación social será por tanto bien recibida y espero que, en su medida, contribuya a mantener ese espíritu emprendedor que está en el origen real de muchos de los logros sociales que todos disfrutamos cuya disminución podría poner en riesgo nuestra economía social.

Queremos mantener nuestro nivel de bienestar y nos satisface ser referente por ello. Pero también deberíamos ser conocidos por ser una sociedad que da un tratamiento especial a los emprendedores, incluso a costa de que los demás, los que no hemos podido, querido o incluso tenido la oportunidad de entrar en el tortuoso camino del emprendizaje, cedamos parte de nuestros derechos (logros) en beneficio de otros.

Así el emprendedor podría tener derecho a equivocarse sin miedo a pensar en su futuro inmediato, y tiempo para rehacer su camino. Y otros emprendedores, atraídos por nuestra calidad de vida y condiciones socio-económicas, podrían plantearse iniciar o continuar su camino empresarial entre nosotros.

En esta sociedad en la que los cambios se producen de manera vertiginosa no es habitual que reflexionemos sobre el origen de muchos de nuestros logros sociales. Si bien es cierto que nos encontramos ante grandes amenazas e incertidumbres, en la actualidad disponemos de niveles de bienestar como nunca antes en la historia. Está claro que podrían ser mejorables, cómo no, pero debemos ser conscientes de que son altos en promedio. Y este bienestar, en gran parte, se lo debemos a la riqueza generada por la economía empresarial, por nuestras empresas. Tanto grandes como pequeñas. Empresas que mediante la generación de empleo reparten riqueza en los entornos sociales en los que se ubican.

Sé que este es un tema delicado pero estoy convencido de que muchos de estos "logros" sociales se confunden a veces con "derechos" sociales, sin ser conscientes del todo del gran y sostenido esfuerzo económico, social y político que suponen. Sí, son y serán derechos en tanto en cuanto como sociedad seamos capaces de permitírnoslos. Y, por supuesto, es deseo de todos que así continúen siendo. Pero no lo olvidemos, el emprendimiento está en la base de todo esto.