El Economista Capital Privado. Opinión.
En medio de esta pandemia tenemos la sensación de estar asistiendo a un fenómeno de altas valoraciones cuando la lógica tradicional, diríase que ahora arrinconada, nos haría inferir que en tiempos de crisis habrían de darse mejores oportunidades de precios.
Obviamente, estas altas valoraciones se encuentran directamente relacionadas con la alta liquidez existente en general y, en lo que a inversores Private Equity se refiere, por la enorme disponibilidad de fondos levantados antes de esta crisis, pero en tiempos relativamente recientes. En este contexto de éxito y desarrollo del sector en España, lejos quedan aquellas épocas, afortunadamente superadas, en las que este perfil de inversores generaba recelo en un empresariado a veces excesivamente tradicional.
En cualquier caso, en esos meses estamos observando que este fenómeno se produce principalmente en lo que hemos venido en llamar sectores resilientes, palabra de moda, que son en los que se concentra esta tendencia de altos múltiplos y que ha motivado que incluso operaciones que no estaban en la rampa de salida hayan acelerado sus procesos para, desde el punto de vista del vendedor, aprovechar esta ventana abierta en sectores como la tecnología, la salud, la alimentación, etc.
¿Qué ocurre con el resto? En mi opinión, quedan otros muchos sectores que en la actualidad no están en el foco pero que pueden deparar grandes alegrías a los inversores, toda vez que seguimos encontrando empresas de calidad en sectores más maduros o, si se me permite, menos "de moda", que no se ven salpicadas por el fenómeno de las altas valoraciones y cuyas expectativas de valor, que hasta 2020 arrastraban una tendencia continua al alza, puedan acercarse a términos más razonables, condicionadas por la crisis actual. No hay duda de que hay magníficas empresas en sectores tradicionales que serán objeto de inversión en términos razonables. Además, no quiero dejar de destacar el papel que ha jugado siempre el capital privado apoyando a las empresas en los periodos de crisis y que, en la actual tesitura, seguro volverá a protagonizar como herramienta eficaz para el mantenimiento del empleo y la consolidación del crecimiento.